15.6.12

Construí un castillo sobre viejos recuerdos,
del ayer, de aquellos tiempos en que tenía fe.
Derrumbaron tus palabras,
mis paredes de cristal.
Los cimientos eran de tiza y agua de azahar.
Ingenua yo, pensando que podían funcionar.

Tiemblo en seco, tiemblo en frío,
cuando siento en el aire tu suspiro.
Tiemblo bajo las sábanas,
no son el escudo que creía pero al menos
estoy a salvo de tus palabras.

No dijo nada mas el antónimo de adiós.
Con eso le basta para cumplir su cuota mensual
de invadir m mente una nueva temporada.
Muda, incapacitada de responder tu pedido.
A gritos desesperados correría a llamarte.
Sé que no debo y tampoco me atrevo,
por eso lloro en silencio.

La intriga e incertidumbre,
musa qué quieres de mí?
Siempre los dos en busca de algo más,
de mantenernos lejos pero cerca de los recuerdos.
¿Será que ya nada más importa?
Sí...
Nada más importa.

Quisiera ser capaz de independizarme de vos.
Eventualmente ya no puedo.
Cada vez que doy vuelta la página hay tres puntos suspensivos
(...)
Cada vez que cambio de libro dice continuará al final.
Hastá la ficción tiene nuestros rostros marcados.

Ya no puedo más...

El verdadero amor espera,
o viene y toca la puerta.

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