mirando al techo añorando tus abrazos
te extrañé.
Y llegué a la conclusión de que es tan solo
una obsesión
para llenar el vació que otro dejó.
Y aun así, te busqué
aunque el destino se interpuso, aquel día te encontré.
Ya no tuve miedo, solo silencio
y de paz se ahogó mi alma.
Nunca antes sentí tal felicidad,
no lo pude soportar
y me espanté.
Salí corriendo, pretendí no conocerlo.
Me engañé días y noches,
temía lo peor.
¿Será que esto es verdadero amor?
Y no sé qué hacer.
Pero no te pierdas, abrázame, no me sueltes.
Cántame una canción más para el olvido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario