Memorias de mi infancia

Como estoy enferma y apenas puedo caminar bien, comencé a revolver cajones y demás buscando algo para no morir del aburrimiento. Encontré unos escritos de cuando tenía nueve años y voy a compartir la humillación con la humanidad. No son buenos y algunos no tienen sentido pero, eran mis secretos...


Lágrimas negras.
Con mi penetrante pero frágil mirada puedo demostrarte muchas cosas... Cuando mis ojos brillan, es porque estoy enamorada y no puedo ocultar mi felicidad. Cuando no se quedan en su lugar, es porque me fastidiás y estoy cansada de oír las mismas mentiras. Cuando están decaídos y mirando al suelo es porque estoy triste, lloré. Pero... cuando mis ojitos están colorados, cubiertos de pintura negra y mojados es porque no tengo nada ni a nadie. Porque todos me odian, porque no encuentro mejor consuelo que mi propio sufrimiento. Porque además de haber llorado sin cesar, no he dejado de sangrar. Y ahora, lo único que me queda por hacer, es dejar de tener mirada, no volver a usar mis ojos, para así no sufrir más.

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El reflejo
¿Sabías que todos tenemos un gemelo y que si te encuentras cara a cara con él, uno debe desaparecer? Sí, es cierto. No es una broma. En la ficción siempre suele encontrarse a un gemelo maligno, pero eso es puro verso... a menos que lo encuentres. Ahí, todo se torna diferente. La desesperación te invade ya que seguramente no querras desaparecer. Todo se convierte en una batalla y sólamente uno puede ganar. Es ardua y cruenta, pero vale la pena. Luego serás más feliz. Si algún día te encuentras con aquel ser, no lo mires a los ojos y mucho menos te acerques. Sólo puede sobrevivir el que no sabe lo que es ser feliz. El que nunca sintió cariño ni fue amado. El que merezca una última oportunidad. Se los digo por propia experiencia... Piensen dos veces antes de ver su reflejo en un espejo. Uno nunca sabe que hay del otro lado. Uno nunca sabe qué puede llegar a ocurrir. No te quedés atrapado dentro de él.

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La pesadilla

Me siento sola. No encuentro en ningún sitio, por más que busque, un lugar en el que reciba afecto. Tengo miedo. Aquí no hay nadie. Todo está oscuro y no logro ver la salidad. Me atemorizan mucho esas voces. No sé de dónde provienen, pero quiero que se marchen. Por qué nadie se acerca a mí, y me pretege, o al menos me consuela. Por qué siento temor de algo que supuestamente no existe. Por qué quiero llorar y las lágrimas no recorren mis mejillas. Quiero salir de aquí. Quiero despertar ahora. Ayudame. Salvame.

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Creo que ahora comprendo porqué todos me tildaban de rara... Y ellos SE LA COMEN.