30.12.10

Memorias II

Me resigné a no verle nunca más a los ojos, a odiarlo. Olvidarlo.
Mas todo fue en vano, pues aquella noche de verano nos reencontramos y nos dejamos llevar por la pasión...
En mis recuerdos solo veo una vacía habitación impregnada por el dulce aroma del amor adolescente.



(08.11.08)

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