Navegando por la córnea del ámbar escondido debajo de la superficie acuosa.
Tsunami de emociones y temores recorriendo el nervio óptico hasta escabullirse dentro de mi cerebro.
Dominado por el hemisferio izquierdo, cede ante las imágenes del ayer.
Colapso mental: estado de shock.
El aire avanza a lo largo de la habitación, desaparece de mi ser. Espasmos, alaridos de dolor.
Todo el sufrimiento catapultado al exterior en una fracción de segundo.
Puedo sentir como la sangre fluye por mis venas a gran velocidad. No sé a quién le juega una carrera, pero va ganando.
Bombea, bombea. Rápidamente se llena. Está a punto de explotar.
Deterioro corporal: insuficiencia cardíaca.
Y lentamente el barco desaparece con este torbellino sentimental.
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