A veces me gusta pasar tiempo a solas.
Conectarme conmigo mismo en la naturaleza de la soledad
y jugar a ser alguien más.
Me gusta estar a solas,
escribir poemas y sentirme Bécquer o Neruda.
Pintar un cuadro y sentirme Dalí.
Agarrar un libro y sentirme un melómano lector como Cortázar.
Hablar con mi mente de espejos, tigres y laberintos.
Creer que mi doble personalidad se apellida Borges.
Reír en silencio, sentirme un payaso
o un lunático.
Llorar y opacar a María Magdalena.
Hibernar como oso con la panza llena.
Soñar la realidad y sentirme Poulain.
Tocas las cuerdas de mi guitarra y creerme Van Halen.
Pasar tiempo a solas y encontrar quién soy en realidad
y hasta donde quiero llegar.
El cielo es el límite.
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