El Ángel Caído sostiene que el escritor lo envidia.
Satanás: Estás viniendo a consultarme muy seguido. ¿No será que me tienes envidia?
El escritor: Envidia no, curiosidad tal vez, pero te reconozco el mérito: siempre me pregunté qué sería de nosotros sin ti. Debo reconocer que no ocurriría realmente nada divertido, nuestras peripecias no tendrían perspectiva. Hay algo que no entiendo (y que no nos escuche tu ex jefe): ¿Por qué se supone que cada uno de nosotros tiene un ángel de la guarda, pero no poseemos nuestro demonio individual?
Fernando Savater.
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