Pesadillas

Lamento mi demora, no fue sólo culpa del tren de las tres que, inusualmente, llegó media hora después. Reconozco que yo también me retrasé, más no podían correr ya mis pies. Aunque no lo crea es difícil escapar, más si es en una mañana de verano tan sofocante como la de hoy. Más si intentas huir de lo desconocido, más si se trata del miedo. El miedo... ¿qué es? Bueno, gracias a diccionarios y estudiosos psicólogos sabemos que se trata de un estado mental, psico-emocional que altera nuestros sentidos, generalmente con sentimientos de angustia. El miedo es perder ventaja sobre la vida. Es caer después de levantarse y volver a tropezar una vez más. El miedo es muerte. Es una metáfora perteneciente a los cuentos de terror que se filtra en la imaginación. Nos coacciona, nos estrangula y nos devuelve a nuestra forma original al despertar. A veces, incluso nos transforma en frenéticos sonámbulos. ¿Puedes sentir el cosquilleo recorrer tu cuerpo? La adrenalina cruzando tus arterias a máxima velocidad, reposando en tu cerebro, controlando cada centímetro de tu ser. Piel sudorosa, maremotos de horror, desprendimiento de la realidad. ¿Dónde queda la razón? Estrecha es la línea que separa el yo del ello. Lo consciente de lo inconsciente. Lo verídico de las falacias del navegante de nubes. Catastróficas alucinaciones atrofian mis sentidos. Visiones del más allá, mi más sentido pésame. Percepciones de un mundo diferente, donde las sombras reinan a pesar de las abundantes luces de neón. Cristales cayendo en forma de cuajos de nieve. Cristales fraudulentos, retazos de vidrio en efecto. Mar rojo carmesí sobre la blanca alfombra recién esparcida. Pobre siervo quien deba limpiar después. Perturbantes deseos de aniquilación masiva, el impulso siempre sobre el juicio. Capricho de ver tu rostro una vez más en aquella película snuff de cine independiente que se repite todos los viernes en la sala de mi mente. Ácido derramado sobre tu repugnante superficie corporal como si fuese agua de azahar. Narcisos  alrededor del crímen, oh mis favoritos. Morbosas fantasías del fin de tu existencia, no puedo controlar los estímulos que me insinúan a actuar. Silencio! La obra está por comenzar. ¿Alguien más me quiere acompañar? Tengo entradas para primera fila. Estreno del día: "Pesadilla" - tus miedos se convierten en tu propio Dios.

¿Cosas sin sentido? Sí, tal vez. Probablemente. Mejor, sí.

¿Quién quiere entender el sentido de la vida cuando se es un psicópata desquiciado?