Amapola

 Emprender un viaje astral a través de los sueños, a tu lado por primera vez, fuera de la realidad. Nublados están nuestros sentidos, los filtros comienzan a actuar. Experiencia inigualable de éxtasis emocional, utopía compartida en secreto. La esfinge de nuestra existencia aún no ha sido resuelta. Incógnita crucial para descubrir quiénes somos. Podemos hallar la respuesta, pero ignoramos la metodología de la ética y optamos por seguir divagando en el mundo de los sueños. Imágenes de antaño, agua de rosas flotando frente a nuestros perplejos rostros proyectados en una pantalla tecnicolor. Nuestros cuerpos yacen a un lado, tiesos, inmóviles. Siento los pies adormecidos, ¿puedes sentir lo mismo? Sobredosis de fantasías. Dictamen final: coma engañoso. ¿De qué nos perdimos? ¿Me perdiste? ¿Te perdí? Nos perdimos en el fondo del mar, donde las ilusiones combaten con plumas policromas contra el carboncillo del empirismo. Pragmatismos enterrados bajo tierra. Deseos y fervor de seguir a nuestra quimera pero sin llegar a conocer la burda conclusión de la fábula. Que sean ellos quienes escriban nuestra historia para que perdure en la posteridad, puesto que simplemente somos víctimas de la utopía. Encerrados en una pequeña bola de cristal, donde la nieve sabe a miel, sólo quedamos tú y yo. Nos perdimos, pero nos volvimos a encontrar al final. Como siempre, en los sueños...