29.11.11

Melodía medieval

Dragón escupe fuego,
quemador de alas de ensueño.

Aniquilador de vidas,
a nuestras sonrisas se las lleva hoy la brisa.

Y dejas marcas por donde sea que pases,
rasguñas mi piel con tijeras color cian.

Heridas a flor de piel,
abiertas de par en par.

Arden bajo los rayos del dios Ra,
cicatrizan en forma de lunar.

Y tendido en el suelo yazco,
a la espera de un caballero hermano,
que me extienda su mano.

Que me lleve a volar al más allá
y desintegre nuestra esencia en el aire.

El cáliz de la existencia,
nuestro coraje, nuestra fuerza.

Nuestra valentía perdida...

Volar hacia un mundo donde nada más duela
que la tristeza del ocaso.

Y los adioses sean olvidados,
como por arte de magia.
Y no lastime el pasado.

Que pise la hierba aquel que no tema
admitir que ha amado y abandonado

Que ha pecado y olvidado,
que se haya arrepentido

Y luego haya dejado de ser amado.

Esas cosas tiene la lluvia,
magia pura de melancolía.

Nostalgia por soñar otro día.

Que le vaya bien en su viaje,
y cace muchos dragones.

De esos que escupen fuego
y queman alas de ensueño.

Que aniquile su vida
y se robe su sonrisa para jugar en la brisa.

Buenas tardes caballero,
llegó la despedida.




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