16.12.11

6.12

Piedra filosofal transmutada en cristales de amor y lujuria.
Vuela vuela por aquí, por allá.
De todos los tamaños y colores, pero sólo uno hace juego con mi puerta.
La puerta al otro lado del paraíso, esa pequeña, por dónde Alicia intentaba pasar...

Al caer al piso se hicieron añicos, en mil pedazos invisibles, imposibles de volver a juntar,
al igual que nuestro futuro juntos.

Hoy sólo somos dos vagabundos. Sin barba, pero con un pasado oscuro.
Ambos con el mismo objetivo de olvidar los malos tiempos, esos que nos transformaron en lo que somos. Sombras.

Somos sombras,
somos cenizas,
somos una vieja historia
sin melodía.
Somos los versos que nadie canta,
somos la canción olvidada.
Quizás con un poco de suerte algún músico inexperto nos recupere y nos haga funcionar en un piano o un acordeón,
quizás nos devuelva a la vida un viejo bandoneón, como en la época de nuestros padres.

Oh que gran historia de amor, lástima que nadie la cuente,
salvo el vaso de whisky en mis manos y el quinto cigarrillo en las tuyas.

Qué tiempos aquellos, dónde hubiésemos florecido...
Qué tiempos estos, en los que perecemos...

Pero somos perseverantes, y aún luchamos por quién encuentra primero la piedra filosofal,
Esa que originó todo en un principio.
Y ya la encontraste, y ahora

Ahora...

¿Dónde está mi mitad?

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