16.12.11

Sabandija

Mis palabras, esas que salen de mi boca como un remolino. Sin sentido pero arrasan con todo igual. Dicen ya está, ya desapareció. No existe más, ya está. Basta, basta!! Se esfumó, es sólo un recuerdo. Puf, se desintegró.


Mis pensamientos, esos truculento juegos mentales dicen no, no está! ¿No lo ves? Está ahí, sigue escondido en ese rincón. No se fue nada!! Maldita sea, cómo es que todavía estás, quién te invitó?!


Mi corazón, el que carga con todo este dolor, dice... Por favor, que se vaya. Por favor, que desaparezca. No aguanto más seguir así, voy a explotar. Dile que ya está, que para mí no existe más. Mentime al menos, decime que no va a volver aparecer. Que está muerto y sepultado. Ya no tiene poder sobre mí. Mentiras blancas al corazón, por favor.


Y así colapsaron todos mis sentidos. Todo por ese maldito bandido emocional.


No hay muerte más lenta y dolorosa,
que morir de amor.


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