16.12.11

Lluvia de meteoritos

A través del universo de colores extravagantes,
simulas ser una estrella fugaz.
Esas que me gusta ver en la oscuridad,
esas que sigo con la mirada y un dedo apuntándolas.
Porque en ese minuto no existe más nada.
No importa nada.

Nada más que sentir su respiración,
el calor entre que se genera entre los dos.
En el costado de la ruta, en el descampado.
Donde nuestras almas se unen en puntos específicos,
como constelaciones y hacemos el amor.

Y tus brazos rozan mi piel,
me rodean y me aplastan como una bolsa de papel.
Y mi corazón queda atrapado entre tus manos,
sé que nunca volveré a ser la misma persona otra vez.

Pero no importa nada, ya no.
Estemos cerca, estemos lejos.
Somos dos estrellas que se unen en puntos perfectos,
para formar constelaciones que brillen en el cielo.
Y caeremos como estrellas fugaces,
en una explosión universal de amor.

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